Recuperación de un icono en Redondela

La llegada de los trenes de alta velocidad va dejando a su paso una serie de elementos que si bien pueden estar obsoletos para su uso previsto han pasado a formar parte de la imagen de nuestro territorio y deben ser conservados.
Este es el caso del Viaducto de Madrid en Redondela, que cruza el valle de la localidad formando parte del antiguo recorrido del ferrocarril vigo-madrid y ha quedado en desuso tras la aparición de las nuevas vías que evitan la depresión. 

Aunque los trenes ya no lo cruzan, este elemento ha formado parte de la silueta de la villa desde la primera mitad del S. XX y ha configurado su carácter actual. Con el fin de evitar su deterioro se buscan nuevas formas de reutilizarlo al tiempo que se genera un beneficio para toda la comunidad.

Se propone la creación de un centro dedicado al comercio artesano y al turismo, dotado de zonas para mercadillo, cafetería y oficina de información; conviertiendo al viaducto en una calle peatonal con vistas hacia la ría.

Todo el programa se ubica en un volúmen apoyado sobre el puente y conectado con él solo en los puntos de acceso de modo que no destruya su imagen al tiempo que protege a los usuarios del viento y la lluvia.

Todo el cuerpo va forrado de chapa metálica perforada dando una imagen de volúmen homogéneo,pero permitiendo también la ventilación y las vistas. Por la noche la iluminación interior permite ver los huecos modificando la percepción del nuevo elemento.